El Síndrome d epiernas inquietas es un trastorno del sueño

Una jornada de la Sociedad Española del Sueño ha evaluado las controversias sobre los tratamientos del trastorno del sueño que afecta a cerca del 30 % de la población española.

“El síndrome de piernas inquietas se produce en la vigilia relajada y el sueño es una víctima de la enfermedad. Para detectarla, el paciente debe estar despierto”, ha afirmado a DM Diego García-Borreguero, presidente de la Sociedad Española del Sueño (SES) tras las Jornadas SES: Controversias en Medicina del Sueño, celebradas este fin de semana en Madrid.

Inmovilización múltiple
El tema defendido por García-Borreguero ha sido la necesidad de realizar las pruebas de detección de las piernas inquietas cuando el paciente despierto sufre los episodios de movimiento. “Hemos desarrollado el test de inmovilización múltiple, que procura un cien por cien de concordancia con el diagnóstico clínico al elevar la especificidad”, y supone un costo mucho menor. Ésta prueba consta de cuatro partes en las que el médico observa cómo son las mioclonías, su frecuencia y el comportamiento del paciente ante ellas. No obstante, el primer paso debe ser un diagnóstico clínico que paute o no la indicación de una terapia, que suele realizarse con agonistas dopaminérgicos. “Ahora bien, si no hay respuesta o ésta pierde eficacia, cabría hacer un test de inmovilización”, que podría ser complementario a un estudio polisomnográfico o bien realizarlo por separado. La ferropenia es uno de los principales factores de riesgo. No obstante normalizar las cifras no es fácil, ya que la absorción férrica y el transporte entre la barrera hematoencefálica está reducido.

Aproximadamente el 30 % de la población mundial presenta algún trastorno del sueño. “Es un proceso biológicamente activo donde no sólo se vive sino que también se puede enfermar”, ha explicado Joaquín Terán, de la Unidad Multidisciplinar del Sueño, del Hospital Universitario de Burgos. Según García-Borreguero, el insomnio crónico es el trastorno más prevalente y se sitúa en torno al 8-10 % de la población.